El 20 de noviembre se celebra el día internacional de los derechos del niño, y como no podía ser de otro modo los Ojáncanos, los Ventolines y los Dragones hemos hechos algo especial y diferente para ese día.
Comenzamos la mañana con un cuento; "Tengo derecho a ser niño", y este nos llevo a una interesante asamblea donde todos manifestaron su opinión, hicieron preguntas y comprendieron el sentido del cuento. Después elaboramos un colgante que representa la igualdad entre todos los niños del mundo en el que escribimos "Todos diferentes, todos iguales", nos quedo muy chulo, picamos, recortamos, escribimos y coloreamos para que quedaran perfectos.
Comenzamos la mañana con un cuento; "Tengo derecho a ser niño", y este nos llevo a una interesante asamblea donde todos manifestaron su opinión, hicieron preguntas y comprendieron el sentido del cuento. Después elaboramos un colgante que representa la igualdad entre todos los niños del mundo en el que escribimos "Todos diferentes, todos iguales", nos quedo muy chulo, picamos, recortamos, escribimos y coloreamos para que quedaran perfectos.
Tras el recreo, contamos un segundo cuento "Kofu: el niño de chocolate"; Luisito hizo un nuevo amigo en el cole, se llamaba Kofu, tenía la piel marrón y el pelo muy rizado, Luisito nunca había conocido a alguien con la piel tan oscura al igual que el resto de sus compañeros que por ello creían que Kofu era raro y no querían ni hablar ni jugar con él. Luisito cada día era más amigo de Kofu y sabia que era un niño como él y además muy divertido, pero no sabia qué hacer para que los demás se dieran cuenta, así que le contó el problema a su mamá. A esta enseguida se le ocurrió una estupenda idea. Oganizó una merienda e invito a todos los niños. Comieron bocadillos de chocolate. Los había de chocolate blanco y de chocolate negro y cada niño comió uno de cada. Después ella les pregunto; ¿os han gustado los bocadillos? ¿cúal os ha gustado más el de chocolate blanco o negro? Todos estaban muy ricos, dijeron los niños. La mamá de Luisito les pregunto de nuevo, entonces ¿cúal es la diferencia entre ambos bocadillos? el color, contestaron todos. ¿Y dejáis de comer el blanco por ser blanco o el negro por ser negro? Nooooo Entonces... ¿por qué no queréis jugar con Kofu? ¿es porque tiene la piel de otro color? Los niños se quedaron callados, era verdad, no jugaban con Kofu porque creian que era diferente ya que tenía la piel negra, en ese momento todos comprendieron que Kofu era igual que ellos, un niño más.
Tras este cuento tan original, nos pusimos manos a la obra, nos aseamos, pusimos en la mesa todo lo que íbamos a necesitar, platos, servilletas, cuchillos... y elaboramos una riquisima receta de cocina; Bocadillos de nocilla blanca y de nocilla negra. Ummmm tanto unos como otros estaban de rechupete, no hay más que ver nuestras fotos lo pasamos estupendamente.
Tras este cuento tan original, nos pusimos manos a la obra, nos aseamos, pusimos en la mesa todo lo que íbamos a necesitar, platos, servilletas, cuchillos... y elaboramos una riquisima receta de cocina; Bocadillos de nocilla blanca y de nocilla negra. Ummmm tanto unos como otros estaban de rechupete, no hay más que ver nuestras fotos lo pasamos estupendamente.
La mañana acabo jugando todos juntos en el patio, lo pasamos muy bien y aprendimos lo importante que son los amigos sean altos, bajos, negros, blancos, gordos, flacos, rubios o morenos... nosotros nos queremos todos un montón y eso es lo importante.
En nuestra sociedad actual, es muy importante despertar en los niños cuanto antes ese sentimiento de tolerancia, respeto e igualdad hacia los demás es por ello que aprovechamos cualquier situación para realizar actividades como estas o de diversos tipos encaminadas a ayudarles a crecer como personas que respeten y se hagan respetar.
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