Parecíamos una gran cobra naja-naja de color blanco, la hilera de niños, niñas, maestros y maestros parecía no acabar nunca.
Una vez llegamos a Cartes, nos preparamos para almorzar todos juntos a la sombra de los árboles y pasar un rato jugando, corriendo, y disfrutado del parque y las instalaciones.
VIKINGOS
OJÁNCANOS