Nada más llegar, nos estaban esperando los amables bibliotecarios que nos enseñaron todos los entresijos de la sala infantil, disfrutamos de un cuentacuentos y pudimos ver algún libro un poco más especial que el resto: libros para bebés, para la hora del baño, con ruidos y sonidos, para invidentes en braille...
Después nos convertimos en bibliotecarios por un día, tejuelando nuestro propio ejemplar y pintando las ilustraciones del libro que mas tarde nos llevaríamos para casa.
Como las barrigas empezaron a rugir, nos despedimos de la biblioteca y nos acercamos a un parque cercano para degustar el almuerzo. Tras unos minutos de ocio, iniciamos un agradable paseo de vuelta a la estación de tren.
Para el trayecto de regreso, elegimos un tren con varias paradas y muy atentos fuimos escuchando y leyendo las mismas hasta que sonó el familiar "din, don din... próxima parada: Torrelavega" y un aplauso enmudeció al tren.
Solo nos faltaba volver al colegio y esperar unos minutos a que llegasen nuestros familiares a recogernos.
0 comentarios:
Publicar un comentario